Lo que nos han dejado nuestros antepasados representa un legado que debemos valorar y conservar para que las generaciones futuras lo puedan disfrutar.
La fotografía que ha sido rescatada de “un baúl de los recuerdos” representa claramente la forma de vida y el esfuerzo por la supervivencia en aquellos tiempos.Construcción de la presa de Bachimaña en el Balneario. Álbum Casa Frutos.
El puente sobre las aguas del río Caldarés formaba parte del antiguo Camino Real que unía las poblaciones de Panticosa, El Pueyo y Hoz de Jaca. La construcción anterior fue probablemente un puente de madera que aparece en la documentación del siglo XV. En 1556 el Quiñón de Panticosa contrató la construcción de este puente al cantero Beltrán de Betbedé.
Esta casa se localiza en el barrio del Vico y fue el solar de la familia Guillén. En 1.600, don Juan Guillén y Blasco obtuvo la jurisfirma de infanzonía, es infanzón todo el que desciende del género militar por vía paterna; tanto legítima como ilegítima, y está llamado a ser promovido caballero; pero no siempre lo es, por lo que hay infanzones caballeros e infanzones no caballeros, como también los hay que descienden de caballeros y que no descienden de ellos.
Tras un proceso en que alegó la pertenencia de sus antepasados, desde tiempo inmemorial a la cofradía de infanzones de Panticosa.
En el citado proceso, la familia Guillén poseía un palacio-castillo en el barrio del Vico, al abrigo de una peña y al borde del barranco del Bachato, lo que se corresponde exactamente con el emplazamiento y el entorno actuales de edificio. Se describe como una edificación de buena arquitectura, con plaza almenada y barbacanas a los lados, además de estar rodeada de espléndidos jardines.
El Casal de Vico, como se llamaba en aquel entonces, era una casa fuerte montañesa, de estrechas ventanas, tosca arquitectura y torvo aspecto, como tantas que se conservan aún hoy en el Pirineo aragonés, rodeada de prados y huertos, pomposamente descritos como jardines en los autos judiciales.
La casa fue habida por la familia Gullén hasta la década de 1960, en que falleció doña Matea Guillen. Fue entonces adquirida por don Luis Gómez Laguna y doña María de Valenzuela y Alcíbar-Jáuregui, sus actuales propietarios, quienes la restauraron y acondicionaron devolviéndole su carácter de mansión pirenaica.
Al iniciarse las obras de restauración de la casona, en sus desvanes aparecieron ingentes montañas de papeles y protocolos notariales en caótico desorden. Algunos protocolos incluso fueron encontrados en las vigas y la tablazón del tejado, otros en el fondo de cofres y cajones.
Toda esta documentación de incalculable valor se conservaba en la casona ya que en 1738, Miguel Matías Guillén fue nombrado por el juez ordinario del Valle de tena comisario, es decir, depositario y custodio, de las notas autorizadas por su padre Pedro Simón Guillén y de las que éste conservaba, pertenecientes a Miguel Guillén, los tres Juan Guillén, Matías Guillén y Juan Navarro que aún formando parte de este archivo.
Además de encargarse de la guarda de estos protocolos, los Guillén tuvieron a su cargo la custodia de los papeles de Valle de Tena al menos hasta mediados del siglo XVII. En 1645, según Rodrigo Méndez Silva, tienen el Valle un Justicia que reside en Sallent y cada año salen cuatro jurados. El archivo de todas sus escrituras reside en Panticosa donde hay instrumentos y papeles de 500 años y la archivería está en casa de los Guillenes que es infanzona. En 1760, escribía Fray León Benito de Martón: Es la casa de los Guillenes infanzona donde nota Méndez Silva residía el archivo de los papeles del Valle de Tena, aunque ya ahora en la de la misma valle del lugar del Pueyo.
© Historia de Casa Lucas, por Manuel Gómez de Valenzuela.
El Arca de los Privilegios del Valle de Tena
El Arca de los privilegios, símbolo de la unión y la organización de los tres quiñones en los que se dividía la zona y que albergaba la documentación y los privilegios del Valle. Con su triple cerradura, cada quiñón disponía de una de las tres llaves y sólo podía ser abierto mancomunadamente. |
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Arca de Los Privilegios que todavía se conserva hoy en día en el Ayuntamiento de Panticosa |
En Panticosa se han conocido siempre cuatro fuentes; la del Barrio de Santa Maria (hoy la Cruz), la de La Placeta de Peroran (llamada también de Uriz Zuloaga) , La del Campanero o el Viero ( en el Barrio de San Salvador) y la del Vico. De las cuatro la más grande ha sido la segunda. Hoy en día quedan en su forma original las dos primeras. La del Campanero simplemente se ha transformado y adaptado a la construcción que hay en la parte superior, y la del barrio del Vico que ha estado muchos años desaparecida se ha colocado nuevamente en 2014. Su estratégica ubicación daba servicio a todos los barrios. Las fuentes tenían varios cometidos ; desde agua de boca para las personas, lavadero y aunque hoy en día es raro ver a los animales bebiendo en la fuente , antiguamente se sacaban todos los días. En los días calurosos de verano es todo un lujo beber de nuestras fuentes ese agua clara y fresca, recién ordeñada de las montañas.
El antiguo molino lo podemos localizar en la calle de las escuelas. Un edificio de piedra y tejado de pizarra. Molió el trigo de la gente del lugar durante muchas décadas. Más tarde paso a ser el cuartel de la Guardia Civil, hasta que aproximadamente en la década de los ochenta se restauró y se instaló la Biblioteca Municipal. Hoy en día ha quedado en desuso pero bien conservado.
Hay que decir que algunos pudimos conocer las ruinas de otro molino más viejo que el que nos ocupa y que estaba situado debajo del edificio Mandilar, junto al rio Caldarés. La evolución es lo que conlleva en algunas ocasiones.
El Estacho es la entrada natural de Panticosa, la de toda la vida. Aquí además de los chopos centenarios que la presiden hay unos bancos con la inscripción “ Posada de las Almas de Zaragoza “ que hoy en día es un hotel de una estrella situado en la calle San Pablo 22 y que en sus días fue posada. Fue fundada en 1705.
Este emblemático paraje de Panticosa ha dado para mucho y quiero entender que tal vez los bancos tengan algo que ver con el Balneario, ya que es paso obligado. Aquí se esperaba el autobús de línea, la famosa “Tensina”.
Quien no se ha sentado alguna vez en los bancos de la Posada de las Almas.
Edificio de las escuelas, antiguo convento de monjas
Dos edificios y un gran espacio verde conforman el colegio de Panticosa “ Royo-Aznar, Royo-Val “ y contiguo a los dos la Guardería Municipal que es posterior.
Muchas generaciones hemos pasado por el colegio de Panticosa y algunos tuvimos la suerte de conocer a las monjas que lo habitaban y que formaron parte de nuestra educación. Este lugar es conocido en el pueblo como “ Las Monjas.
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