CINCO LUGARES PARA ESQUIAR QUE NO TE PUEDES IMAGINAR
Cinco lugares de esquí que no te podrías imaginar; Monte Hermón entre Israel, Líbano y Siria, Shemshak en Irán, Masik Pass en Corea del Norte, Oukaïmeden en Marruecos y Terelj Ski Resort en Mongolia.
Monte Hermón (Israel-Líbano-Siria)
Una estación de esquí en mitad de una zona de guerra… y no es una exageración. El Monte Hermón se encuentra en plena meseta de los Altos del Golán, un territorio que divide Israel, Líbano y Siria y que está supervisado por fuerzas de paz de la ONU. Está en parte del territorio israelí ocupado a Siria y a diario se ve a los esquiadores junto a miembros del ejército que vigilan la estación de posibles ataques. Damasco se encuentra a menos de 50 kilómetros, aunque a nadie se le ocurriría intentar esquiar hacia la zona siria haciendo fuera-pista: está rodeada de minas.
Shemshak (Irán)
a menos de dos horas de Teherán se encuentra la estación de Shemshak, cerca del Mar Caspio, con pistas a 3000 metros de altura. Aunque la estación es pequeña, sus alrededores son infinitos, aunque debe contratarse (obligatoriamente) a un guía por el altísimo riesgo de aludes.
Masik Pass (Corea del Norte)
La única estación de esquí del país. Se dice que, en pleno embargo de la ONU, consiguieron remontes gracias al contrabando de una empresa china y que las autoridades norcoreanas pemiten la entrada de algunos esquiadores cada año gracias a un acuerdo con algunas agencias extranjeras. En China se venden paquetes de cuatro días de esquí a 2000 dólares por persona.
Oukaïmeden (Marruecos)
Esquiar al estilo de los años 60 en España es todavía factible. A unos 100 kilómetros de Marrakech, en la cordillera del Atlas, se ubica este resort que cuenta con los vetustos remontes retirados de algunas estaciones españolas, por lo que la lentitud es su principal característica. Las 41 pistas de la estación se encuentran por encima de los 2500 metros de altura, aunque lo que más sorprende es la ausencia de esquiadores.
Terelj Ski Resort (Mongolia)
Es uno de los países más grandes y fríos del mundo, pero en Mongolia no hubo una estación de esquí hasta hace seis años. A finales de 2009, en el Parque Nacional de Terelj, se inauguró el primer resort de esquí del país, una pequeña estación con diez pistas, dos telesillas y quince cañones de nieve. Está a menos de media hora de la capital, Ulan Bator, aunque no es barato descender por sus laderas: el precio del forfait (15 euros) equivale al sueldo semanal de un mongol.